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martes, 15 de noviembre de 2011

EL VALLE DE LA FUENFRÍA, SIERRA DE GUADARRAMA



El Valle de la Fuenfría se sitúa en la zona oeste del Macizo de Guadarrama. Mira hacia el sur, y está perfectamente delimitado por una cadena de montes que lo rodea por el norte y oeste. Esta configuración de saco tiene su salida natural hacia el pueblo de Cercedilla.
El valle tiene un ecosistema muy variado. Cuando caminemos por él, si somos silenciosos y tenemos paciencia, quizás veamos algún ejemplar de la extensa comunidad que puebla la zona.  Lo que es seguro es que podremos escuchar o encontrar restos que las diferentes poblaciones dejan por el bosque.
En cuanto a la flora, debemos respetarla, especialmente por dos razones. La primera es que esta compuesta por seres vivos. La segunda razón es que árboles, arbustos y toda la vegetación forman parte del hábitat de la comunidad de animales que allí vive.


 Según la zona del valle en la que nos movamos vamos a encontrar unas u otras especies animales, pero los reyes entre los mamíferos son los corzos, jabalíes, tejones, zorros y los misteriosos alicuéncanos, emparentados con los no menos extraños wolpertingers alemanes.
Anfibios no faltan, y así, en los cursos de agua, encontraremos sapos comunes, ranitas de San Antonio, ranas, etc.
Los pequeños reptiles y las aves también son muy abundantes. Lagartijas roqueras, lagartos, eslizones y víboras hocicudas representan a los reptiles.
Pero la mayor variedad y abundancia corresponde a las aves, cuya lista es casi interminable: cernícalos, urracas, escribanos, carboneros, agateadores, collalbas, lavanderas, currucas, búhos, carabos, lechuzas, vencejos, milanos, mirlos, etc.
Y, con un poco de suerte, si miramos hacia arriba, veremos el planeo de los buitres leonados o de las águilas, calzadas o perdiceras.

Se caracteriza fundamentalmente por la presencia del pinar, que cubre ambas laderas, dejando apenas una franja de matorral y pastos en las zonas altas, alternando éstas con las zonas rocosas. Pero, a pesar de este aspecto, no es tal la uniformidad, pudiendo dividir el valle en distintos hábitats:
Ribera y prados bajos: La parte más baja del valle estuvo ocupada por fresnos y robles, hoy ha sido aprovechada por el hombre para crear prados donde alimentar su ganado, produciéndose una notable transformación en el paisaje y subsistiendo la vegetación original en los márgenes de los cursos de agua.

Pinar: El bosque de pino del Valle de la Fuenfría, junto con los de Valsaín y Navafría, forma parte de la mayor masa de  pino silvestre del Macizo central. 
Este pino se caracteriza por el color asalmonado de su corteza en la parte superior del tronco. 
El sotobosque de este pinar varía con la altitud, estando compuesto por retama blanca, retama negra, zarzas, rosales silvestres, helechos, etc. 
También podemos ver ejemplares de tejo junto a los ríos, acebos en las zonas más umbrías, chopos temblones en el barranco de la Navazuela, y ejemplares de pino negro en Peña Aguila.

              Matorral de altura: Donde el pino desaparece por los rigores climatológicos, toman su lugar especies adaptadas        a   los rigurosos inviernos. piorno, enebro y brezo, en las partes más húmedas, colonizan estas zonas, dejándose ver algún pino silvestre retorcido por los vientos.

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